domingo, 30 de marzo de 2008

DESAPRENDER LA VIOLENCIA INTRAESCOLAR.

DESAPRENDER LA VIOLENCIA INTRAESCOLAR.

Por, Ernesto Botello Pérez.
Docente de Pedagogía Social.

Las recientes protestas estudiantiles que desarrollan comportamientos de violencia, vandalismo y agresión generalizada en los centros educativos identificados por los medios de comunicación social ,más que asustarnos indican que el diálogo, la tolerancia y la solidaridad no son conductas instintivas ni naturales, ya que lo normal en el ser humano es la inclinación hacia el egoísmo o el individualismo . El espíritu de colaboración, diálogo, tolerancia, paciencia y prudencia requiere mucha educación y aprendizaje familiar y escolar, disciplina y ejemplo, espacios de tiempo de formación en las diversas edades de la evolución de nuestro crecimiento y exige por parte de las escuelas primarias, pre-medias y medias la aplicación de tácticas pedagógicas de orientación para aprender a convivir en diversas dimensiones sociales.
La violencia que observamos en nuestras pantallas de televisión en estos días y que es objeto de numerosos comentarios en los medios de radio y de prensa es un comportamiento aprendido y la inclinación hacia la violencia crea más violencia con las implicaciones económicas, políticas, familiares y afectivas para los estudiantes involucrados, ya que no hay ganadores, por ello la misión de los directivos, cuerpo docente, estudiantes, padres y madres de familia es desconstruir la violencia en el entorno socio-escolar, transfiriendo la energía del conflicto escolar hacia procesos dialógicos y sinérgicos que apliquen alternativas proactivas de solución a los problemas que sufre el centro educativo y su entorno comunitario.
Veamos algunas preguntas para enfrentar la crisis son:
1. ¿Cómo formar a los discentes y docentes en el aprender a convivir según los valores éticos y morales?.
2. ¿Cómo lograr proactivamente y sinérgicamente la solución de conflictos escolares de forma pacífica, si vivimos experiencias diarias en que la familia y escuela resuelven los conflictos de forma violenta ?.
3. ¿Si la vida diaria en todos los sectores está intoxicada de antidialogicidad, intolerancia, libertinaje y una cultura del odio y la venganza, como es posible que la familia escolar logre desaprender la violencia y practicar un comportamiento revolucionario como el Amor, en una sociedad secuestrada por los intereses?.
4.¿ Cómo lograr que los estudiantes de primaria, pre-media y media comprendan que durante los procesos diarios de socialización escolar en el aula, los profesores desean que alcancen el éxito y la alegría, cuando sufren las reacciones de desconfianza, rechazo, bajas calificaciones, suspensiones y expulsiones del sistema escolar?.
5.¿ Aunque se identifican muchas variables que explican el problema de la inadaptación escolar y los conflictos sociales de los estudiantes, la pregunta para los docentes es si practican el papel de la pedagogía social en relación con la convivencia y el aprendizaje de la juventud rezagada?.
Autores como Alejandro Castro Santander, en su libro "Desaprender la violencia", plantea que cuando los centros educativos a través del trabajo de los docentes en el aula, escuela y comunidad privilegian la comunicación, el respeto, el diálogo y la participación activa alegre y entusiasta es cuando se produce un clima adecuado para posibilitar los vínculos interpersonales de la convivencia y la sana socialización y moralización . Lo contrario que observamos filmado por las propias cámaras de televisión nacional es que las explosiones de violencia estudiantil , tienen también su explicación en la falta de autoridad de los propios docentes al generar un clima que impide el proceso educativo , ya que además de dificultar el aprendizaje en las diversas asignaturas, la relación de algunos docentes-discentes se encuentra alterada en su armonía pedagógica y por supuesto afecta el desarrollo de una cultura escolar que disfrute de una convivencia pacífica.
Cuando el docente comparte, convive y escucha empáticamente a sus estudiantes con amor, paciencia, prudencia y proyectando un modelo de sabiduría le enseña que está dispuesto a conocer , comprender y respetar sus razonamientos y sentimientos y asume un compromiso profesional en relación con cada estudiante, en la que aprendemos a dialogar y generar vínculos, no sólo con los estudiantes que demuestran disciplina, obediencia y muy buenos promedios de calificaciones, sino con los otros que requieren investigación y tratamientos pedagógicos especiales evitando caer en tentaciones como :
1. No escuchar o interrumpir con nuestros razonamientos.
2. Cambiar intencionalmente el sentido y las palabras.
3. Usar sarcasmos, frases despectivas e insultos.
4. Utilizar un estilo dogmático y manipulador en la comunicación diaria interactiva del aula.
5. Disgustarse y reaccionar frecuentemente con ira.
6. Subir el tono de la voz con agresividad.
7. Sumarse a los procesos radicales de suspensiones y expulsiones frecuentes en desmedro de los aportes de la pedagogía social preventiva que valoriza el conflicto en la modificación de conducta.
Por el contrario la pedagogía dialógica que debe practicar el docente para ser excluido como factor de violencia en el aula, escuela y comunidad debe caracterizarse por la práctica de escuchar, comprender, aceptar, respetar las diferencias individuales, fortalecer la autoestima, evitando el sarcasmo, las ironías, las indiferencias, las imposiciones y las condenaciones apresuradas.
Tenemos que reconocer que en los procesos dialógicos de la escuela no se busca vencedores ni vencidos, que la investigación de la verdad implica riesgos , sin recurrir a la astucia para ganar y la mentira que estimula igualmente la violencia.
En conclusión, los brotes de violencia estudiantil que se incrementan de manera especial en los núcleos urbanos de la capital de la República, tienen muchas aristas, muchas variables y factores que la explican como la pobreza, el consumismo desenfrenado, la crisis de valores éticos en la familia, el comportamiento de nuestros políticos que luchan por el poder y el enriquecimiento o la sociedad secuestrada por los intereses , sin embargo, es inteligente para quienes somos profesionales de la docencia, aportar a la sociedad el máximo de nuestra creatividad pedagógica al margen de los otros factores, ya que la violencia es una conducta aprendida por los jóvenes , que debemos pedagógicamente prevenir y desaprender, dialogando, escuchando empáticamente para aprender a convivir juntos

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